Imágenes extraídas en Internet de
publicidades que muestran cuerpos infantiles o adolescentes erotizados con fines comerciales.
La naturalización de estos "productos" dan cuenta muchas veces de la invisibilización de la violencia hacia los más pequeños.
El ubicarlos como objeto de consumo, implica una lesión de su condición de sujetos de derecho.
De ahí al bailando kids (ver nota), hay una línea muy delgada.
La promoción estética de lo infantil o puber como ideales de belleza a emular, representa en sí mismo un acto lesivo en una sociedad que parece necesitar de cuerpos cada vez más jóvenes como objeto de deseos.
Las imágenes de quienes se sienten atraídos sobre todo por las chicas muy jóvenes, aparece como un estereotipo que desde el humor muchas veces esconde formas de explotación solapadas o en acto.
Antes de llegar a la pornografía infantil más explícita, existen una cantidad de íconos que dan cuenta de por sí de formas solapadas de explotación sexual.
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